La sombra tentacular de Howard Phillips Lovecraft no ha tenido problema en alcanzar un medio tan alejado de su vida y muerte como el videojuego. Los escritos del genio de Providence han influenciado a la propia literatura, al cine y también al mundo videolúdico. El primer videojuego en definirse claramente como parte de los llamados Mitos de Cthulhu o Yog Sothothery (como el propio Lovecraft denominaba de manera humorística) es Call of Cthulhu: Shadow of the Comet (Infogrames, 1993). Si bien el trabajo del estudio francés no es el primero en tener cierta influencia lovecraftiana, sí es el primero en contar directamente con el nombre de la franquicia. The Lurking Horror (Infocom, 1987) puede exhibir el mérito de ser el primer videojuego inspirado en los escritos de Lovecraft. Aunque el título de Infocom no contaba con los derechos legales de la obra de Lovecraft, sí estaba claramente inspirado en sus escritos. A partir de este primer juego, otros títulos como Splatterhouse (Namco, 1988) o Alone in the Dark (Infogrames, 1992) toman determinados elementos de las ficciones de Lovecraft. Alone in the Dark, no llegó a contar con el sobrenombre “Call of Cthulhu” por conflictos alrededor de los derechos de la obra del escritor, que a principios de los 90 seguían en vigencia. Sin embargo, el siguiente trabajo del estudio francés sí contó con el apoyo de Chaosium (poseedores de los derechos y principales explotadores con juegos de mesa, de rol, literatura y cualquier cosa imaginable).
La primera gran influencia que encontramos en el título de Infogrames proviene de uno de los relatos más conocidos de Lovecraft, La sombra sobre Innsmouth. No deja de ser paradójico que una de las novelas más conocidas y alabadas del autor fuera una de las que menos orgulloso se sentía. Fue August Derleth, aprendiz y amigo del escritor, quien, sin su permiso, lo envió a Weird Tales y forzó su publicación en 1936, siendo a la postre el único libro publicado en vida por Lovecraft. Las posteriores ediciones del relato en diferentes editoriales y lugares nunca fueron del agrado de Lovecraft, quien no terminaba de estar convencido de su escrito. Sin embargo, el libro ha sido uno de los pilares fundacionales (junto a En las montañas de la locura) de la mitología cthulhiana y, posteriormente, los Mitos asentados por Derleth.
Desde que iniciamos el juego recibimos la primera declaración de intenciones, ya que la aventura comienza con una breve “cinemática” donde vemos a un hombre huyendo despavorido y pronunciando incoherencias sobre un libro. Acto seguido, podemos ver al mismo hombre encerrado en un manicomio, completamente desquiciado, y mencionando el olor de ciertos entes que se avecinan. De manera sutil, el juego nos trae aquí una primera referencia a varias obras de Lovecraft como La sombra sobre Innsmouth, en la que también se describe que los seres llamados Profundos despiden un poderoso hedor o a El Horror de Dunwich, en la que se describe un hedor que “no podía proceder de nada sano ni de este mundo” en relación a los círculos ritualísticos cercanos al pueblo. Esa referencia a seres que están viniendo (a la Tierra, se entiende) enlaza de nuevo con ambos relatos, ya que el pueblo de Innsmouth está en contacto con los Profundos para traer a Dagon y Madre Hidra desde la ciudad de Y’ha-nthlei. En Dunwich, el ser llamado Wilbur Watheley busca traer a los Antiguos y a su padre Yog-Sothoth de vuelta a la Tierra. En ambos textos nos encontramos ante la posibilidad de que extraños seres lleguen a nuestro planeta.
Secuencia introductoria de Call of Cthulhu: Shadow of the Comet.
Después de la presentación y de los créditos, comenzamos nuestra aventura en el pequeño pueblo costero de Illsmouth. El nombre es una clara referencia a Innsmouth, aldea con la que comparte situación geográfica, Nueva Inglaterra, y oficio, la pesca. Esta referencia onomástica conecta indirectamente con otros escritos de Lovercraft, tales como Celephais (1920) o The Port y The Bells, dos sonetos (sí, también escribía poesía) recogidos en Fungi from Yuggoth, donde ya se mencionaba la oscura ciudad de Innsmouth. Sin embargo, ambas localidades, a pesar de las similitudes, son en apariencia muy diferentes. Si repasamos la visión de Innsmouth recogida por Robert Olmstead (el nombre que Lovecraft da a su protagonista anónimo en sus notas sobre el relato), nos encontramos ante un pueblo caído en desgracia. Una villa que a finales de los años 20, época en la que se desarrolla el relato, no es más que la sombra de lo que fue a principios del siglo XIX. Un pueblo temido y odiado a partes iguales por el resto de localidades de la zona. Illsmouth, en cambio, se presenta como un pequeño y apacible puesto pesquero de 1910. Sin embargo, intuimos que algo no anda del todo bien en esta localidad ya que sabemos cómo terminó el protagonista en la introducción.
Illsmouth e Innsmouth.
Call of Cthulhu: Shadow of the Comet nos pone en la piel de John T. Parker, periodista aficionado a la astronomía que viaja a Illsmouth para observar el paso del cometa Halley. Llegamos al pueblo siguiendo los pasos de Boleskine, un científico del siglo pasado, que también viajó a Illsmouth para examinar el cometa Halley y que detectó nuevas constelaciones desde la localidad. Boleskine es el enfermo psiquiátrico que vemos durante la cinemática del juego y es, además, un personaje anteriormente mencionado en Alone in the Dark. El survival horror de 1992, también creado por Infogrames, menciona a Lord Boleskine en un cuaderno de bitácora encontrado en la mansión Derceto. Nos encontramos entonces ante una especie de secuela temática de Alone in the Dark que se despega completamente de la saga, ya que las verdaderas continuaciones seguirán otros derroteros. Parker llega a Illsmouth tres días antes de la llegada del cometa para conocer un poco mejor el pueblo y encontrar el lugar exacto desde el cual Boleskine avistó las nuevas constelaciones. A lo largo de las aproximadamente cuatro horas que dura el juego, investigamos el viaje de Boleskine, descubrimos los secretos del pueblo y nos vemos inmersos en una lucha por la Tierra librada por seres más poderosos que el hombre.
Derivada de la historia de Boleskine, encontramos otra clara referencia al universo literario de Lovecraft. Una vez llegamos al pueblo conocemos a un joven (ahora un anciano) que acompañó al científico durante su viaje. Continuamente leemos fragmentos del relato de Boleskine recogidos en un diario. Esa narración en primera persona de un evento pasado a modo de recordatorio póstumo para la humanidad o ese desesperado intento por borrar a los demonios de la mente es una herramienta literaria común en Lovecraft. Por otro lado, nuestra conversación con el anciano, nos recuerda directamente a figuras como la del borracho Zadok Allen, quien es repudiado por el pueblo maldito de Innsmouth, es este anciano quien narra el pasado del pueblo y sus extrañas actividades. De la misma manera, el anciano Curtis Hambleton nos narra su periplo como guía de Boleskine, el cual hablaba con terror de “la cosa” que vieron tras el paso del cometa. Esta incapacidad para narrar los terribles acontecimientos vividos enlaza también con la narrativa lovecraftiana, que a menudo gira en torno a criaturas y eventos inenarrables que marcan para siempre a quienes los observan.
Retomando los lazos entre personajes encontramos en la figura de T. Jugg, el bibliotecario de Ilssmouth, y en el señor Underhouse, estudioso de los indios locales, una traslación de Henry Armitage, Francis Morgan y Warren Rice (trío de profesores universitarios que se enfrentan al horror de Dunwich). Ambos –Jugg y Underhouse– ejercen de tutores y guías para el protagonista de Shadow of the Comet y proporcionan consejos, herramientas y muestran el camino a seguir. Jugg trabajará en base a los mismos volúmenes ocultistas que el trío protagonistas de El horror de Dunwich, pero ya llegaremos a dichas conexiones.
T. Jugg y Underhouse.
Durante nuestro periplo en Illsmouth descubrimos que las cuatro grandes familias del pueblo están inmersas en una secta ocultista. Jonas Hamilton, cabecilla de las familias, se hizo rico con el negocio pesquero y se inició en el ocultismo siendo un trasunto de Obed Marsh (el loco capitán que trajo el culto a Dagon a Innsmouth). Hamilton, en busca de la inmortalidad, otorgó la vida de su mujer a Dagon como pago, condenando así a todo el pueblo y su propia naturaleza humana. Al igual que en La sombra sobre Innsmouth, aquellos que han pactado con Dagon comienzan a asemejarse a los Profundos a través de una transformación de su cuerpo. Las cuatro familias de Illsmouth coinciden, aunque no en nombre, con las cuatro familias que lideran Innsmouth (Marsh, Waite, Gilman y Eliot). Por último, Wilbur Hambleton, uno de los cabecillas de Illsmouth, comparte nombre con Wilbur Whateley, el hijo de Yog-Sothoth de aspecto vagamente humano del relato de El horror de Dunwich.
Finalmente, en relación a los personajes, encontramos a Narackamous, un brujo indio inmortal que está detrás de toda la secta ocultista. Si bien en ninguno de los dos grandes relatos que influencian al videojuego aparece ningún personaje indio, en El horror de Dunwich sí que se le da cierta importancia al colectivo. En él se hace continua referencia a la existencia de túmulos creados por los indios para antiguos rituales. Lugares antiguos de piedra donde los huesos de los sacrificios humanos se amontonaban. Al finalizar el relato, Armitage no duda en decir: “…y si ustedes son sensatos dinamitarán el altar de piedra de allá arriba, y derribarán todos los círculos de monolitos que se levantan en las demás colinas”. Durante nuestra investigación en Illsmouth, recibimos recuerdos de tiempos antiguos donde los humanos realizan todo tipo de sacrificios a los dioses que vivían más allá de las estrellas.
Las conexiones entre los textos de Lovecraft y el título no solo se quedan en el ambiente y en los personajes, sino que se mencionan muchos otros elementos que nos remiten al autor. Para enfrentarnos a los sectarios, Jugg antes de morir nos permite leer su libro de ocultismo más preciado, el Necronomicón. El libro del árabe loco Abdul Alhazred es una pieza clave en Shadow of the comet. La referencia al libro más famoso de la literatura de terror no solo nos liga con su universo, sino que lo hace también de manera directa con El horror de Dunwich. En dicho relato se redacta por segunda vez un fragmento completo del Necronomicon (el primero de ellos aparece en El Ceremonial). Este fragmento termina con una frase: “Ellos aguardan, pacientes y poderosos, ya que volverán a reinar aquí”, que conecta directamente con el principio del juego y la frase del desquiciado Boleskine. Se menciona también a la deidad exterior Yog-Sothoth quien, textualmente, es “la llave de la puerta, por medio de la cual las esferas se encuentran” y da pie a la llegada del resto de dioses.
No solo encontraremos referencias a Yog-Sothoth, sino que tendremos que enfrentarnos a él para evitar su llegada a la Tierra. Debemos enfrentarnos a los principales representantes de los Primigenios y los Dioses Exteriores además del anteriormente mencionado Dagon. En tres fases y lugares diferentes luchamos contra Dagon, Yog-Sothoth y Cthulhu. Estos enfrentamientos tienen lugar en un arrecife cercano a Illsmouth, lo que vuelve a enganchar con La sombra sobre Innsmouth y su Arrecife del Diablo donde los sectarios de la Orden Esotérica de Dagon realizaban sus rituales y conectaban con los Profundos. Estas criaturas, sirvientes de Dagon y Cthulhu, también aparecen en una de las islas cercanas de Illsmouth y tenemos que evitar su contacto para no morir.
Enfrentamientos con Dagon (arriba a la iaquierda), Cthulhu (arriba a la derecha) y Yog-Sothoth (imagen central).
En Shadow of the Comet encontramos pequeños retazos que nos llevan directamente a pensar en otras obras literarias de Lovecraft. La mujer que nos salva en el cementerio nos cuenta cómo su marido falleció tras observar un mundo extraño a través de una ventana después de varias conversaciones con Hambelton. La ventana abuhardillada es un relato escrito a cuatro manos entre Lovecraft y Derleth (su alumno más aventajado), que gira alrededor de una ventana que permite a Fred Akeley observar mundos lejanos, pues está formada por cristal proveniente de Leng. Durante nuestra confrontación con las cuatro familias debemos buscar los Elder Sign (o símbolos arquetípicos) para protegernos y poder lanzar los hechizos necesarios para derrotarlos. Este símbolo es nombrado por primera vez en La búsqueda en sueños de la ignota Kadath y de nuevo mencionado por Zadok Allen en La sombra sobre Innsmouth, ya que es un símbolo que protege de los Profundos. El emblema ideado por Lovecraft en una de sus cartas no se parece al que ha terminado por trascender y que fue diseñado por Derleth, una estrella de cinco puntas con un ojo o llama en su interior. Este símbolo tiene mucha importancia en Call of Cthulhu: Dark Corners of the Earth.
El hecho de enfrentarnos con hechicería a los ocultistas y a las criaturas que buscan poblar de nuevo la Tierra nos traslada directamente al último acto de defensa liderado por Armitage en El horror de Dunwich. Sin embargo, este enfrentamiento es algo poco común en la literatura lovecraftiana, que tiende hacia el pesimismo y la autodestrucción de sus personajes. Es la literatura de Derleth (de marcado carácter cristiano) la que gira en torno a una pugna entre el Bien y el Mal y que lleva a sus personajes a enfrentarse a las criaturas malignas con, generalmente, buen resultado. Hay que añadir además que, en las rivalidades ideadas por Lovecraft, los personajes involucrados tienden a terminar sus días completamente desquiciados. Si echamos la vista atrás hacia los dos principales relatos de los que bebe Shadow of the comet, nos damos cuenta de que el trío de profesores de Akrham que combaten en Dunwich terminan visiblemente marcados (posteriormente un autor como Fritz Leiber escribió en su relato To Akrham and the Stars que solo sobrevive uno de ellos). En La sombra sobre Innsmouth su protagonista logra huir del pueblo tan solo para descubrir que su linaje familiar desciende del propio Marsh y que él mismo terminará convirtiéndose en un Profundo. Sin embargo, Parker, el héroe en Call of Cthulhu: Shadow of the Comet, no sufre ningún tipo de consecuencia final después de haber mirado cara a cara a criaturas como Cthulhu o Dagon. A lo largo del juego podemos morir en determinados momentos y además, durante nuestra investigación, llegamos a sufrir un infarto debido a las fuertes emociones que vivimos. Sin embargo, somos capaces de mirar directamente al horror cósmico sin perder la cordura. Quizás sea una concesión benevolente hacia el jugador, el permitir que terminemos nuestra aventura sin haber perdido la cabeza, como sí le sucede a Boleskine habiendo visto la mitad de lo que hemos visto nosotros. No obstante, y en títulos posteriores ligados al universo lovecraftiano, la pérdida de la cordura se convertirá en un elemento clave.
Ilustración exclusiva de la portada: David Montoro