Puede que ya lo conozcan, pero nunca está demás que les presentemos a Quetzal, a partir de hoy, nuevo colaborador de Start. Estamos seguros de una cosa: su trabajo no dejará indiferente a nadie. Quetzal, y su serie «Ovejas eléctricas», llevan ya un tiempo en las redes abordando el medio (videojuegos, industria y su contexto) desde una óptica filosófica muy particular y directa: en sus vídeos vas a encontrar quilos de sinceridad e ironía. No se lo crean del todo, pero háganle caso, porque detrás de toda esa ira, pesimismo y sarcasmo que desprenden sus textos e imágenes «malintencionadas», se esconde una crítica honrada, espontánea y sobre todo genuina. Si vivían ajenos a sus vídeos, les recomendamos que revisen su serie sobre la segunda parte de la saga Silent Hill o su disertación sobre la banalidad del mal de Hannah Arendt.
Hoy nos habla de Fallout 4 (Bethesda Softwork, 2015) y de porque la vida en el yermo es la mejor vida. Por el camino puede que no solo reparta balas para el título de Bethesda, puede que se reserve parte de esa munición infinita que le caracteriza para otros menesteres. No se asusten, seguro que les arranca alguna que otra sonrisa y les anima también a desempolvar esas bombas nucleares que están cogiendo polvo.