Fault Line: El pliegue del universo


Los saltos temporales en el hiperespacio son un hecho recurrente en la ciencia ficción. Desde Dune (Frank Herbert, 1965), pasando por Star Wars ( George Lucas, 1977) en el cine, hasta Halo (Bungie Studios, 2001) en los videojuegos, los viajes espacio-tiempo han sido una constante para recorrer grandes distancias en un instante. Esta posibilidad, la de traspasar un agujero de gusano o atravesar un pliegue del universo y burlar el inconveniente y la paradoja que supondría superar la velocidad de la luz, es lo que propone (a menor escala) Fault Line (Nitrome, 2010), título de plataformas y rompecabezas en el que doblamos los escenarios para acercar distancias y crear nuevas rutas.

El juego de Nitrome es un ingenioso puzle de 30 niveles en el que manejamos un robot, Zapo, capaz de plegar algunas partes del escenario para transformar el espacio o rearmar la posición de las plataformas. Con el cursor (o las teclas AWD) nos movemos y saltamos, y con el ratón apuntamos con la mirilla y extendemos cada brazo de Zapo hasta los puntos específicos que queremos unir. Fault Line combina los rompecabezas con los tramos de habilidad propia del género, aunque siempre es una experiencia más cerebral y pausada en la que apenas se penaliza la muerte.

En el apartado artístico, como es habitual en el trabajo de este equipo de desarrollo londinense, se apuesta por el pixel art y la música chiptune característica de los 80 y 90. Estéticamente, Fault Line es muy sencillo, con un fondo genérico que nunca estorba al plano principal donde se genera la acción. Sin embargo, con muy poco, el resultado es más que atractivo: desde las animaciones, a los detalles que pueblan cada fase o el propio efecto con el que se pliega el universo, pasando por la excelente ambientación que consigue la música… todo suma en esta propuesta original y placentera.

JUÉGALO EN: Kongregate

OBSERVACIONES:

– Los controles son liosos: la mejor combinación es utilizar AWD con la mano izquierda y el ratón con la mano derecha

– También puedes jugar en la web oficial de Nitrome, aunque en una pantalla mucho más saturada de colores.