Kosmosis: Comunismo abstracto


«Trabajadores del mundo, uníos, no tenéis nada que perder excepto vuestras cadenas». Esta es una de las citas más célebres que se le conocen al alemán Karl Marx, fundador tanto del comunismo científico como del moderno. Marx sostenía que el avance de la sociedad se lograría a través de la unión de las masas y eso mismo es lo que nos propone el Artcade de esta semana: Kosmosis (Molleindustria, 2009).

El juego que nos ocupa fue desarrollado en cinco días por Chris Benjaminasen y Jonas Flensbak para un concurso llamado «Unexperimental Shooter», que abogaba por títulos con un gameplay experimental. Kosmosis implementa la procedimentalidad para dinamizar la experiencia de juego, generando un escenario distinto cada vez que jugamos. No solo eso, el título también adapta su dificultad a nuestra forma de jugar. Es decir, cuanto mejor es el resultado que obtenemos, más complicada se vuelve la siguiente partida.

Se trata de un sencillo shoot ‘em up de corte espacial con una estética que recuerda al pionero Spacewar (Steve Russell, 1961) o al posterior Asteroids (Atari, 1979). En Kosmosis controlamos un núcleo que debe atraer, gracias a la gravedad, a otros más pequeños del mismo color. El objetivo es agruparlos y así conseguir generar una fuerza suficiente como para desplazar (o destruir) a los enemigos, fuentes de luz de un color diferente al nuestro (rojo, por supuesto). El control se ve alterado a medida que nos adherimos a más puntos de luz: de hecho, el propio título es un juego de palabras entre Cosmos y Ósmosis, y este segundo término se refiere a la mutua influencia que ejercen los grupos de personas entre sí en el campo de las ideas.

La acción transcurre en un clásico scroll vertical de simbología comunista y unos controles paupérrimos: el cursor, para movernos, y la barra espaciadora para cargar nuestra arma. Unos leves toques de percusión y los sonidos que generan nuestras acciones son el único acompañamiento musical. Kosmosis parece un retorno a los orígenes del videojuego, con gráficos minimalistas y abstractos sobre un fondo oscuro, pero bañado con esa crítica irreverente a la que nos tienen acostumbrados en Molleindutria. Mientras que en los clásicos se optaba por manejar a un «héroe» capaz, por sí solo, de derrotar a las fuerzas enemigas, en Kosmosis se apuesta por el poder del colectivo. «Trabajadores del mundo, uníos, no tenéis nada que perder excepto vuestras cadenas», decía Karl Marx.

JUÉGALO EN: Molleindustria

OBSERVACIONES:

– El título está en inglés, pero no es un impedimento para disfrutarlo.

– El sistema de puntos es extraño (barra de porcentajes) y no se guarda al final de la partida.