En la antesala de los primeros videojuegos, existieron máquinas que se servían de mecanismos electrónicos para acercar la diversión a las salas de juegos y los bares. Me refiero por supuesto a los pinball, cuyo origen se remonta al siglo XVIII (Bagatelle), y que sin duda tuvieron un gran protagonismo en los 70, al menos antes de dejar paso a las revolucionarias máquinas recreativas. Unos cuantos años después, Windows XP introdujo en su barra de herramientas cuatro juegos gratuitos: el Solitario, la Carta Blanca, el Buscaminas y… un pinball, que homenajeaba de nuevo a aquellas mesas de flippers, bolas y reboteadores. Sin embargo, ese 3D Pinball: Space Cadet desapareció en la siguiente versión del sistema operativo, al parecer, por la alta complejidad de su código.
Desde luego no es la única réplica virtual que existe de este famoso juego. Afortunadamente, tenemos títulos gratuitos que siguen la estela de aquel cadete espacial. Pin Pong (Paxador,2014) no solo es uno de ellos, sino que va un paso más allá y fusiona las típicas mecánicas de los pinballs modernos con características más propias del mítico Breakout (Atari,1976). La mezcla de conceptos da como resultado una curiosa experiencia repartida en doce niveles. En Pin Pong vemos como las mesas cambian su forma: desde un sencillo rectángulo hasta estructuras en las que se entrelazan numerosas zonas. De esta manera, el título de Paxador rompe las limitaciones de sus homónimas reales de forma similar a como lo hacía Sonic Spinball (Sega,1993). No obstante, y a diferencia del juego del erizo, el escenario de Pin Pong se voltea 360º siempre que alcancemos una nueva zona tras un rebote, ya sea colocándose boca abajo o de lado.
A parte de los elementos propios de una mesa de flippers, en Pin Pong encontramos unos ladrillos multicolores (rescatados de la obra eterna de Atari) que podemos destruir para aumentar el marcador. Como en cualquier máquina al uso, manejamos las dos paletas base, aunque no siempre como acostumbrábamos a hacerlo. En el título de Paxador los elementos se reparten de manera creativa de unas mesas a otras, lo que minimiza la sensación de repetición.
Estéticamente, el juego muestra un fondo estático que representa una zona random del universo. Sobre esta imagen, se sitúa la zona de juego, delimitada por una pared u otras fuerzas gravitacionales. De hecho, es casi obligatorio destacar el rol que desempeñan estas energías en las partidas, alterando la trayectoria de nuestro proyectil de forma endiablada. Una cámara sigue los rebotes de la bola para mostrar con más detalle sus evoluciones, pero sin dejar de mostrar una buena perspectiva de toda la mesa.
Como siempre, disponemos de tres bolas al inicio de cada partida y el objetivo sigue siendo el mismo: evitar las zonas de escape (representadas con amenazantes nebulosas llameantes) y ayundándonos de nuestra habilidad con los flippers. Afortunadamente, y para lograr la quimera que representan las altas puntuaciones, podemos conseguir algunas bolas extra y otros power-ups muy interesantes. Puede que nuestra bola se convierta en un berserker ofuscado con acabar con el mayor número posible de bloques o que se ralentice para seguir más fácilmente su trayectoria. Todos estas habilidades son muy útiles dada la exigencia del título. Quizás, siendo consciente de este handicap y aprovechando su carácter arcade, Pin Pong deja que registremos las puntuaciones, pero siempre, eso sí, que primero nos registremos nosotros en la página donde juguemos.
Pin Pong posee además una buena banda sonora compuesta por varios temas trance y electro que incluso sirven como música fondo en nuestros quehaceres diarios. Con todo, queda constancia también de la minuciosa labor realizada por Paxador, que ha hecho verdaderos esfuerzos por expandir el juego, pasando , cuando se lanzó, de unas pocas mesas a las doce que tenemos actualmente. Un trabajo de calidad que le ha llevado publicarlo también gratuitamente en Android y a posicionarse en el top de los mejores juegos arcades del portal Game Jolt.
JUÉGALO EN: Game Jolt
OBSERVACIONES:
– Aunque se puede jugar con una mano, por salud mental recomendamos que utilicéis un dedo para cada palanca.
– No hace falta ir desbloqueando las mesas, podéis acceder a todas desde el principio.