Hace poco, mientras veía un episodio de la última temporada de Cómo conocí a vuestra madre, me hizo sonreír un cameo de La Princesa Prometida (1987), una de esas películas mágicas de mi infancia. La parodia me trajo a la mente otros muchos largometrajes del estilo como Willow (1988), Robin Hood: El Príncipe de los ladrones (1991) o la mucho más reciente trilogía del Hobbit, todas ellas llenas de historias épicas en las que sus protagonistas viven innumerables aventuras, ya sea en una búsqueda por recuperar un antiguo reino enano, derrotar a una hechicera o vengar la muerte de un padre. Esa misma esencia, llena de heroicidad y épica, es la que pretende contar Superbrothers: Sword & Sworcery EP -S&S-, un juego que pretende hacernos revivir las mismas experiencias que los héroes de estas historias, aquellas que nos hacían soñar con espadachines, magia y dragones. La única diferencia es el tipo de enfoque, un tratamiento más adulto que, por suerte, ha madurado al mismo ritmo que nosotros. S&S propone una trama simple, de las de toda la vida, pero a través de una narrativa con una complejidad muy superior a la habitual.
Érase una vez en las montañas del Cáucaso una escita…
De S&S parece emanar cierto halo de belleza y misticismo desde la primera vez que lo vemos, un aura especial que nos hace querer conocerlo y saber qué es lo que esconde tras toda esa magia que presenta en pantalla. Lo primero que observamos del título surgido del trabajo conjunto entre Capybara Games y el compositor Jim Guthrie es el diseño minimalista del menú –en forma de vinilo– que despliega las opciones al comenzar la aventura. Un detalle que nos da una pista (nunca mejor dicho) de la importancia que tiene el apartado musical en S&S. Tanto es así, que, de hecho, música y juego han sido desarrollados al mismo tiempo, lo que le permite generar una experiencia audiovisual extraordinaria.
S&S cuenta la aventura de The Scythian –La escita– que llega a un pequeño pueblo del Cáucaso asolado por una presencia oscura y en el que, para restablecer el orden, necesitará el Megatome y el Trigon Trifecta –un claro homenaje a la saga Zelda y a su Trifuerza–. El argumento posee algunos anacronismos como el hecho de que, a pesar de estar desarrollada en la edad de Bronce, se nos invite a tuitear cada eventualidad durante nuestro periplo. Todos los textos que aparecen en el juego pueden ser tuiteados, una función que S&S nos facilita con un planteamiento diseñado especialmente para dicha función social.
La epopeya comienza escuchando la voz de The Archetype –nuestro guía a lo largo de la aventura–, que, en muchas ocasiones, interactúa con el propio jugador rompiendo la cuarta pared. De esta forma, The Archetype funciona al mismo tiempo como cicerone y narrador, además de ser un agitador de conciencias y nexo de unión entre nosotros, el héroe al que manejamos y la propia historia.
Pese a su estética “ochobitera”, S&S no debe confundirnos, pues no se trata de un juego “retro” propiamente dicho, sino de un título completamente renovador. Al igual que el argumento, su diseño intenta rememorar nuestra infancia, pero desde una perspectiva tremendamente rompedora a nivel estético. Existe algo así como una “pixelación” parcial del entorno, con el pixel art como protagonista en los bocetos de los NPC, pero que se suaviza en otros elementos claves del juego como el Trigon Trifecta o los textos y diálogos que relatan la historia. El conjunto artístico resultante es muy particular, en parte, por el recurrente sabor añejo que destila, pero, también, por esos arreglos más pulidos que ni desentonan, ni rompen la armonía visual.
Además de las claras referencias a The Legend of Zelda, en S&S también se encuentran influencias de otra aventura clásica como The Adventures of Alundra (1997), ya que en ambos juegos cobra especial importancia el mundo de los sueños. En S&S llevamos a cabo algunas misiones en un universo onírico que, a su vez, repercute directamente en el mundo real. El juego, como se apunta en el título, separa sus mundos como si fuera un vinilo de dos caras (A y B), concretamente un EP (Extended Play), siglas inglesas que se utilizan para denominar a un determinado formato de grabación. En español, algo así como una reproducción extendida más larga que los sencillos, pero muy corta para ser considerado como álbum. Como veis, la música es un aspecto importante de S&S.
También encontramos parecidos con Shadow of the Colossus, el fantástico juego de Fumito Ueda, del que recoge la sensación de soledad y desamparo. Incluso tiene destellos que recuerdan en algún tramo a Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots, un detalle en el que no profundizaré para no arruinar las sorpresas.
Una mala noticia es que todavía no existe una traducción al castellano, por lo que todos sus textos están en inglés. Una cuestión peliaguda ya que el nivel de su vocabulario es bastante más alto del habitual, lo cual puede echar para atrás a más de uno. Además, su particular estilo literario bebe de los antiguos poemas épicos, (un detalle loable en cuanto a la inmersión en el universo de S&S), pero que complica un poco más su comprensión en algunas partes. Aun así, un servidor os aconseja encarecidamente que hagáis un esfuerzo por comprenderlo, la recompensa valdrá la pena.
Del mismo modo que La Princesa Prometida contó con Mark Knopfler en su apartado musical, S&S cuenta con Jim Guthrie (Children of the Clone, Morning Noon Night, Indie Games: The Movie), que desarrolla para la ocasión una banda sonora hecha completamente a medida, que sienta como un guante a la aventura y con la sensación de constante abandono y orfandad que nos transmite cada episodio. La experiencia musical es simplemente perfecta, y es que, no en vano y desde el principio, The Archetype nos aconseja el uso de auriculares para disfrutar al máximo de S&S. La BSO está compuesta por 27 temas, incluidos también en un disco aparte –The Ballad of the Space Babies–, que Capybara Games nos regala si adquirimos el juego a través de Steam.
Un mundo hecho para ser tocado
S&S es una aventura gráfica moderna en la que no somos meros testigos de la historia, ya que la narrativa depende del nivel de inmersión que cada jugador pretenda. Así, el título nos invita a explorar el mundo que nos rodea, a tocar cada elemento del escenario y a aprender las claves de su universo de una forma similar a como lo hacen, por ejemplo, otras sagas como The Legend of Zelda. La historia, cuya estructura nos hace indagar más y más, invita a la reflexión y hace que cada jugador saque sus propias conclusiones. Como si se tratase de una gran analogía de las redes sociales, durante la aventura conseguiremos el Megatome, un libro que al abrirlo nos permite conocer los pensamientos del resto de personajes. Algo así como nuestro “muro” o time line de Twitter, con el que obtenemos las pistas necesarias para avanzar y resolver los rompecabezas. La jugabilidad sabe explotar las posibilidades de los smartphone, haciendo un perfecto uso de las funciones táctiles, del giroscopio y de su reloj interno, cuya sincronización con el calendario lunar es clave para completar la aventura.
En S&S distinguimos dos partes: el modo Sword y el Sworcery. El primero de ellos (Sword) es el sistema de combate, que activamos poniendo el teléfono en posición horizontal. Aunque las batallas no suelen ser algo habitual en los Point n’ Click, S&S las implementa muy bien adoptando una mecánica simplificada similar a lo visto en otros títulos como Infinity Blade. Durante los combates no controlamos directamente al héroe, sino que tan solo nos encargamos de bloquear y atacar en el momento apropiado. Un sistema sencillo, pero tremendamente eficaz, además de aportar algo de variedad a un título centrado mayoritariamente en las mecánicas de exploración.
Por otra parte, Sworcery se centra en la resolución de puzzles. S&S es un título pensado exclusivamente para iPad, por lo que todo lo resolveremos a través de la pantalla táctil. Si mantenemos pulsada la escita con el dedo, se activa este modo, donde deberemos superar los distintos acertijos. Para ello contamos con la ayuda del Megatome y nuestras conversaciones con el resto de personajes, además de tener que prestar especial atención al ciclo lunar, que será de gran importancia durante toda la aventura. Por poner una pega, a veces las pocas pistas que recabamos no son suficientes y acabamos resolviendo los acertijos más por un método de ensayo-error, que por pura deducción, sin saber realmente qué hay que hacer en cada momento.
Como aventura gráfica, S&S no es un título a la vieja usanza –como podrían ser, por ejemplo, los desarrollados por LucasArts– en los que poseemos un inmenso inventario de objetos que combinar. Más bien, se trata de interactuar con el escenario en el punto exacto y en el momento oportuno.
En definitiva, no podemos abordar S&S como si se tratase de un juego tradicional, por mucho que sus gráficos retro nos puedan confundir. Capybara Games desarrolla un título moderno y original, una experiencia que debemos vivir y compartir con The Archetype, un narrador que habla directamente al jugador. A través del iPad o smartphone, S&S colma todos nuestros sentidos con un apartado visual minimalista que hay que ver, una BSO para escuchar y unas mecánicas de juego que nos obligan a tocar cada objeto y personaje del escenario. Incluso necesitaremos un buen olfato con el que interpretar las pistas y resolver los puzzles, todo un conjunto de exquisito gusto, tanto en su factura técnica, como en el sabor agridulce de la historia que desarrolla. Os recomendamos que lo cojáis con cariño, que no os dejéis intimidar si el inglés es una de vuestras asignaturas pendientes y que os relajéis y disfrutéis del mejor surrealismo.